miércoles, 28 de julio de 2010

pequeño cine

veronica levanto la cabeza y se tropezo con pau..este se presento.ella sonrio mientras se alejaba de el.dias mas tarde pau y veronica coincidieron en las sesion de las cuatro de una de esas salas de cine semidesconocidas..primero entro pau... veronica como solia acostumbrar llegaba a ultima hora.pau solia mirar a la gente q entraba y veronica solia eskivar las miradas..a ella le encantaba ponerse en las primeras filas..el disfrutaba con alguno de los rincones de las ultimas..el ponia el telefono en silencio ella siempre lo apagaba..pau y veronica eran los unicos espectadores de la sala,el lo sabia,ella no..a mitad de la pelicula veronica decidio cambiar de fila por un problema con el asiento,se dirigio a la ultima fila,alli levanto la cabeza y vio a pau,el miraba al frente sin distracciones.fue en ese momento cuando ella descubrio q no estaba sola en la sala..poco despues la pelicula termino y como era costumbre de ambos,se kedaron al final de los creditos..la sala se encendio y cuando veronica iba a ponerse en pie pau estaba a su altura,ella le miro,el tambien..como si la sorpresa cogiera cuerpo,tropezaron de nuevo.el le extendio la mano,ella acepto, pau solto una pekeña sonrisa.. juntos salieron del cine y sin forzar se pusieron a caminar durante horas..a veronica le gusta caminar por la izkierda,a pau por la derecha,en los signos del zodiaco uno es aire, el otro fuego..ella en la cama cuando acaba la fiesta reclama un trocito de rincon,el un poco mas de jarana,siguen coincidiendo en salas vacias y cada uno conserva la misma constumbre de ir a su fila..

1 comentario:

  1. Que curiosidad.
    Que fria sensacion, quizas desasosiego, de dejar nuestra felicidad en manos del destino.
    Es curioso como cual mercancia embalada consevramos nuestra ubicación concedida, sin hacer ruido, sin quejarnos......pero ¿Es esa nuestra ubicación real, es la que nos corresponde? Solo el maquinista lo sabe, solo él tiene el conocimiento de saber si esa mercancia que depositaron sus palas en un lugar perdido de un pasillo demasiado manido por el paso de las ruedas, ocupa el lugar que le corresponde. ¿Por tanto que hacer cuando el maquinista corre a depositarnos, que opciones tenemos? Mirar a la Diosa Ocasión de frente, pues una vez que pase no la podremos sujetar pues ya no abrá de donde hacerlo, y escapar, elegir otro lugar donde asentarnos, otro pasillo, otra altura, no se.....cualquier cosa es valida con tal de que sea la nuestra.
    Pero ¿Y si nuestra elección nos magulla, nos heiere, nos fractura? solo podremos correr al jardín y allí dejarnos rodear por los brazos de la jardinera, la cual nos dará a beber el nectar que reparar nuestros males y nos dará brio para volver a intentar el salto, la lucha y la confrontación.

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